miércoles, 20 de junio de 2012

MAS: RECONCILIACIÓN Y REENCUENTRO CON VENEZUELA

13 años de polarización y odio insuflado desde el poder han convertido a nuestra Venezuela en un país dividido, enfermo de confrontación estéril, acosado por la persecución política y no pocas veces incrédulo y escéptico sobre su futuro. Los errores cometidos en la lucha contra el autócrata, han abonado, muchas veces, el recipiente de la desesperanza y la frustración. Pero, este país, que necesita, de manera impostergable, respirar el nuevo aliento del encuentro posible entre sus ciudadanos, sus organizaciones, aquellos que las integran y los grandes propósitos que animan a quienes desean y luchan por una nación de progreso, justicia y libertad, ha vislumbrado en el horizonte una luz que presagia nuevos caminos para la patria. La Venezuela democrática se agrupa, más allá de sus diferencias naturales, en un esfuerzo común por superar el entente autoritario, que se ha posesionado de los estamentos del poder público, para arrodillarlos a sus pareceres y dictados. Las primarias y su resultado más tangible, la candidatura unitaria, han abierto, de par en par, las compuertas de la esperanza, el entusiasmo y la fervorosa participación del pueblo democrático en decisiones vitales y en esfuerzos denodados por el cambio. El país ha vuelto a cambiar, y esta vez para bien, las fuerzas se han equilibrado, la democracia, como valor y como principio, avanza, se consolida y se hace cada vez más fuerte, en la conciencia colectiva del venezolano. La posibilidad de ampliar este encuentro cívico, con importantes sectores de la población que se vienen desprendiendo, decepcionados, desde la base -particularmente de los sectores populares desprotegidos y olvidados- y de ciertos sectores dirigénciales medios del chavismo; que como nosotros rechazan las prácticas fascistoides, el sectarismo, el secuestro de los poderes y de las instituciones del país, el odio, la violencia y la persecución, así como la supresión de todos los mecanismos reales de participación popular; es una promesa que debemos convertir pronto en hermosa realidad política y en palanca fundamental de la gran victoria electoral democrática de Octubre, que será posible si, y solo si, somos capaces de ampliar nuestra convocatoria más allá de la oposición tradicional, mirando profundo el país y su diversidad y creando mecanismos y espacios para que todos encuentren un modo de expresarse que, finalmente, se vea cristalizado en votos. Una política destinada a servir a tales propósitos tiene que ser una bandera actual de una fuerza como el MAS; que no renuncia, por ninguna circunstancia a su condición fundamental de fuerza comprometida con los intereses de los más pobres y desposeídos, y con los trabajadores, las mujeres, los jóvenes y, en general, las fuerzas del progreso. Está en nuestra naturaleza, forma parte de nuestros sueños y, por eso, el MAS debe elaborar proponer e impulsar esa política, como uno de los ejes fundamentales de la campaña de Capriles Radonski, y eso debe hacerse ahora; más tarde no serviría de nada. Una iniciativa de tal envergadura, para hacerse viable, tiene que ser ejecutada por un MAS verdaderamente unido en ese esfuerzo. Esta será la primera gran prueba de nuestras nuevas autoridades. Si somos capaces de hacerlo juntos, y encontrarnos con otros en un esfuerzo común, tendremos éxito y nuestra voluntad de cambio interno habrá quedado plenamente demostrada. Esa política supone un esfuerzo sostenido, consistente y de mucha calidad e impacto para hacer de la tarjeta unitaria un vehículo idóneo para canalizar todas esas voluntades, que no son propias ni de partidos ni de líderes en particular, sino patrimonio creciente de la democracia renovada que la sociedad espera surja como resultado final de de lo que hoy estamos haciendo por Venezuela. Esa visión no es exclusiva de los masistas que se encuentran activos como militantes de esta organización. Son muchos los venezolanos que han pasado por el MAS y que, por razones de naturaleza diversa, hoy se encuentran marginados o, simplemente, hacen política en solitario, o se encuentran en otras organizaciones en condiciones de amplia insatisfacción. Es tiempo de plantearse, con grandeza de propósitos y de espíritu, volver a encontrarnos con esos venezolanos, con los que seguimos compartiendo una manera común de ver el mundo, la vida, la política y el país. No se trata -eso sería una simpleza- de convocarlos a que se vuelvan a inscribir en el MAS, o algo parecido. Quien lo quiera hacer que lo haga; pero de lo que se trata de explorar, a fondo, la posibilidad de que nosotros, junto a muchísimos otros, con los que tenemos una identidad clara, incluida una relación afectiva que, -afortunadamente, no se ha perdido; podamos, en esta coyuntura estelar, volver a hacer política juntos. Para bien del país. Venezuela necesita una fuerza progresista o de centroizquierda, propositiva, con autoridad moral y política, con horizontes claros, que ocupe su espacio y pueda convocar a los sectores progresistas de la nación y, no nos cabe duda que esa fuerza es el MAS, junto a esa pléyade de dirigentes, formados, experimentados y comprometidos, que hoy están siendo subutilizados por el país. Es tiempo de políticas concretas para producir ese reencuentro y proponemos que un equipo de dirigentes del MAS se ocupe prioritariamente de ello. Proponemos, igualmente que, como parte de esa política, se tome la iniciativa de promover y patrocinar, con mucha fuerza, los “reencuentros” entre masistas activos y exmasistas y viejos y nuevos amigos; que espontáneamente vienen ocurriendo en todo el país, dotarlos de contenido y abordarlos como lo que son, una tarea política impostergable, pero sobre todo un requerimiento de los tiempos que los corren hacen con urgencia a quienes desde muy jóvenes hemos soñado y nos hemos comprometido con los mejores y mas legítimos intereses de nuestra patria. Hemos de convertirlos en escenarios propicios para el acercamiento, para el intercambio, para el compromiso, para el acuerdo y no en emplazamientos. Se trata de una invitación, amplia y provechosa, para debatir y compartir la política y para ejecutarla, para servir juntos a Venezuela y en la que todos los convocados deben sentir que tienen un espacio en condiciones de igualdad y respeto. Se trata también de una oportunidad magnífica para que todos los que creemos en ellos podamos construirle un instrumento idóneo de realización a nuestros sueños. Desde esa plataforma compartida, podremos abordar, con propiedad y eficacia la gran tarea que hoy nos corresponde; servir de bisagra o comunicación entre la Venezuela que se vislumbra en la candidatura de Capriles Radonski y las aspiraciones de un sector de la sociedad, que se desprende de lo que representa el chavismo sin propósito alguno de integrarse a los partidos que antes combatieron. Tenemos la certeza de que si esta política tiene éxito, las posibilidades de que influya en el devenir de los tiempos que vienen en Venezuela se ensanchará de manera importante y la anhelada reanimación del espacio del cambio progresista habrá encontrado un instrumento de realización inmediata. PROPUESTAS GENERALES PARA LA IMPLEMENTACIÓN: 1)Comisionar a los compañeros Manolo Reverón, Pedro Castillo y XXXXX para coordinar la ejecución de esta política y promover, la conformación, con el criterio de gran amplitud que ella supone, una Comisión Nacional y Comisiones Regionales, en las que, además de los dirigentes más comprometidos con esta iniciativa, se junten, para el logro de los propósitos descritos, dirigentes y amigos de la familia masista no integrantes actualmente de la organización, pero dispuestos participar de la misma. 2)Gestionar y promover, en todas las regiones y a nivel nacional, encuentros, diálogos y apertura de espacios como los descritos en este documento. 3)Invitar, de manera muy especial, a dirigentes de la familia masista, no integrantes actualmente de la organización y a personalidades del mundo profesional, de la cultura y las artes, del deporte, de la juventud y la lucha social, que han estado o están vinculados con el MAS, a participar activamente en todos los debates políticos y en la actualización de nuestra declaración de principios, que tendrán lucgar a propósito de nuestra Convención Nacional y, particularmente. conformar en el propio escenario de citada Convención una “Mesa para el reencuentro” en la que sea posible la discusión y ampliación de los alcances de esta iniciativa. 4)Elaborar e impulsar, en forma inmediata, y con mucha fuerza, una campaña del MAS por la Tarjeta Unitaria. 5)Promover la constitución, a nivel nacional, y a partir del encuentro de la familia masista, de un sólido “Movimiento por la Paz”, bajo las banderas de “Un solo país”, recoja y amplíe lo que han sido nuestras propuestas y luchas relacionadas con la necesidad de derrotar la violencia política, promover la cultura de Paz, desestimular la confrontación fratricida entre venezolanos, el odió y la exclusión, como prácticas perversas que menoscaban la sociedad democrática, el pluralismo, y los derechos humanos. 6) Realizar, en la fecha más próxima posible, una reunión nacional, con los invitados internacionales que sea posible incorporar que enriquezca el debate sobre nuestra visión político-filosófica y nuestra propuesta de país y de partido. PEDRO CASTILLO