sábado, 17 de agosto de 2013

MANIFIESTO POR LA RECONCILIACION NACIONAL:

En Venezuela existe una situación lamentable de polarización y confrontación política. Erraríamos si atribuimos -únicamente- su origen a una circunstancia o un momento particular de la política actual aunque su incidencia sea notable. La verdad es que esta situación tiene raíces históricas profundas, particularmente en lo que tiene que ver con el desconocimiento sistemático del otro y con la acumulación de grandes desigualdades y procesos de exclusión social que inoculan a la sociedad la sensación de que en el actual estado de cosas resulta cuesta arriba el progreso personal y familiar y que, solo una parte de ella tiene derecho real a la justicia y a la distribución de los beneficios sociales de la riqueza del país. Hay, entonces, dos razones para el desencuentro nacional, que apalancan la actual situación de conflicto: Una de naturaleza netamente política, y otra mucho más profunda, sensible y usualmente desestimada, que hunde sus raíces en la desigualdad y la exclusión de la que la mayoría de los venezolanos se sienten víctimas. Mientras haya solo unos pocos que tengan mucho y demasiados que tengan muy poco, sea cual fuere la razón de esto, esas razones no desaparecerán. Ninguna sociedad, polarizada a los niveles en los que actualmente está la venezolana puede, al mismo tiempo, cultivar la convivencia, y de no superarla tendrá siempre grandes dificultades para la práctica de valores propios de la democracia, como la tolerancia, el respeto mutuo y el reconocimiento de la diversidad, y será ambiente propicio para limitaciones en el ejercicio pleno de derechos fundamentales que están consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, especialmente los atinentes a la vigencia, sin cortapisas , de los Derechos Humanos y el acceso igualitario a los recursos y servicios del Estado y, particularmente, a la justicia. Esta situación debe ser superada prontamente, para que este país pueda reconciliarse consigo mismo y conjurar los peligros de la violencia, el caos y la desinstitucionalización total, que lo asechan. RECONOCER AL OTRO: Para poder cambiar el país que tenemos por el país que queremos y que necesitamos, es indispensable reconocernos todos, chavistas y no chavistas, pero también pobres y ricos, clase media, todos, como VENEZOLANOS. La reconciliación es indispensable para este país, pero debe construirse con la premisa de que con exclusión no habrá reconciliación. Una alternativa para la paz y la convivencia en Venezuela, es absolutamente posible sí, respetando las diferencias, somos capaces de encontrar y promover las coincidencias y construir un clima de tolerancia y respeto. Reconocer al otro, aunque piense distinto, es la clave. LOS CAMINOS PARA LA RECONCILIACION SOCIAL Y POLITICA: La reconciliación comienza con la creación de una visión de país compartida entre los venezolanos. Esa puede ser construida sobre la base de una democracia moderna y de un estado que rinda cuentas, que reconozca y respete los derechos de sus ciudadanos y mejore sustancialmente sus condiciones de vida, en un ambiente de tolerancia e igualdad política y social. Cualquier propuesta de paz y convivencia se funda en la revalorización de lo público, de un compromiso ético sobre la forma de ejercer la política, que castigue legal y socialmente la violencia y el crimen e incremente ostensiblemente su capacidad de crear empleo y bienestar para la población. EL PAPEL DEL ESTADO: Pensamos que es preciso fortalecer el estado, para que cumpla cabalmente su misión de proveedor de seguridad y estabilidad, de regulador de la actividad privada y de garante del interés público; dentro de un modelo de gobernabilidad que desarrolle la institucionalidad democrática. UN MODELO ECONÓMICO CONFIABLE, PARA SUPERAR LA POBREZA, GENERAR PROGRESO, EQUIDAD E IGUALDAD POLITICA Y SOCIAL: Si queremos, como en efecto queremos, superar los grandes desequilibrios que se constituyen en las razones profundas de la crisis política que vivimos y apostar a la RECONCILIACION de la sociedad venezolana, es preciso avanzar hacia un modelo de desarrollo económico equilibrado, que modernice y diversifique la estructura productiva del país, que respete el medio ambiente y que tenga como eje fundamental a las personas. Es decir, un modelo que incluya crecimiento y desarrollo económico y justicia social; lucha frontal contra la miseria y la pobreza, que sea capaz de generar riqueza y trabajo y un compromiso del estado y la sociedad para eliminar la desigualdad extrema e incentivar el empleo productivo formal. El modelo propuesto debe incluir, como uno de sus componentes fundamentales, una política educativa de alta calidad, que no sea reproductora de inequidades y la adopción de un modelo fiscal justo, que favorezca a todos los sectores productivos. EL RETO DE HOY ES PROMOVER LA RECONCILIACION Y LA PAZ PARA CONSTRUIR EL NUEVO PAIS EN EL QUE CABEMOS TODOS: El reconocimiento del conflicto que vivimos y de su gravedad, que se manifiesta en sus efectos perversos en la sociedad venezolana, que afectan sensiblemente el presente y el futuro de nuestro país, impone la disposición activa del liderazgo nacional, para la procurar soluciones de fondo, coherentes, efectivas y sostenibles en el tiempo, y el establecimiento consensuado de principios y fundamentos rectores que se constituyan en pilares de un proceso de reconciliación nacional, asumido por todos. En el entendido de que la reconciliación no constituye la renuncia a principios y banderas que cada sector de la sociedad venezolana lleva en alto, sino por el contrario, es coexistir reconociéndonos todos en medio de la natural diversidad; aprender a sanar las heridas y a vivir en paz, sin generar nuevas heridas. Es la manifestación concreta de una voluntad -que debe ser inquebrantable, de no agredirnos, de no usar la violencia como método para la confrontación política, y de que ella nunca sea necesaria para la conquista de reivindicaciones y derechos sociales; es decir, de transitar los caminos de la NO VIOLENCIA y de construir espacios de diálogo y de encuentro para abrirle a la sociedad, integralmente concebida, posibilidades de integrarse, para superar en forma definitiva, las causas profundas de la desigualdad, la injusticia y la exclusión, que sirven de motivación a muchos de los conflictos que nos aquejan y de impulsar una actuación seria y coherente del estado para diseñar y aplicar políticas que nos conduzcan a recuperar el espíritu de nación y a convertir a Venezuela en un solo país, repleto de opciones diversas, cruzado de norte a sur y de este a oeste por iniciativas individualizadas o mancomunadas para producir desarrollo, riqueza y crecimiento social. LA AGENDA DE LA RECONCILIACION: Esperamos, y le proponemos al país, sentar bases de gran solidez, para hacer posible la reconciliación de los venezolanos, que va mucho más allá de cualquier acuerdo -que también estimamos necesario- que se produzca en el liderazgo nacional. Se trata de construir la RECONCILIACION NACIONAL sobre bases de consenso social y sobre la certidumbre de que en el país cabemos todos, de que no hay lugar para el odio, la venganza y la revancha; que cada venezolano tiene un espacio y un lugar en un nuevo país que está por construirse; que todos nos reconocemos como seres humanos diferentes y autónomos, y que como tales estamos dispuestos a esforzarnos para aprender a convivir, a dirimir nuestras diferencias de manera civilizada y democrática y a desarrollar nuestros proyectos de vida de conformidad con los valores universales de la paz y del desarrollo humano. Nos imaginamos un país, que comienza a construirse ahora, y que toma en cuenta la circunstancia electoral, pero la trasciende en mucho, y para iniciar la ardua tarea de hacerlo posible le proponemos: 1) Como consecuencia directa del reconocimiento del conflicto y de su gravedad, iniciar el dialogo, entre los distintos sectores políticos y sociales del país. 2) Comprometernos todos, a trabajar intensamente por el fortalecimiento de los valores democráticos y del respeto a los DDHH. 3) Promover la idea de que el nuevo Gobierno, presidido por aquel venezolano que el país ha de decidir, en elecciones libres, ha de ser uno respetuoso, a todo trance, de la Constitución; que se sienta y actúe como representante de todos los venezolanos y no excluya a nadie por tener ideas distintas. 4) Promover la idea de un país en el que convivamos todos, sin resentimientos ni discriminaciones, que reduzca drásticamente la pobreza y en el que todos podamos sentirnos, igualmente, VENEZOLANOS. 5) Promover la idea de un país en el que la corrupción y, particularmente, el uso y la apropiación de los dineros y recursos públicos para fines que no son propios del estado, sea perseguida, castigada, y jamás amparada o premiada. 6) Promover la idea de un país en el que todos podamos vivir sin temores, en el que la inseguridad que nos agobia sea sustituida por un clima de paz y tranquilidad ciudadana. 7) Promover la idea de un país con plena libertad de expresión y en el que todos los medios de comunicación, públicos y privados, contribuyan a la formación en valores de la ciudadanía. 8) Promover la idea de un liderazgo y de un ciudadano interdependiente, capaz de encontrar, dotar de contenido positivo y desarrollar las razones y propósitos de la identidad y la unidad nacional. Por tales razones, que se asientan firmemente en nuestras convicciones democráticas y en la gran aspiración colectiva de un país que se debate en el conflicto, pero que sueña con la unidad de todos sus hijos para hacerse verdaderamente libre, prospero, justo y feliz, nosotros, los firmantes, ciudadanos de distintas posiciones, políticas, religiosas y sociales, manifestamos nuestro compromiso, cierto e inquebrantable, con la gran tarea de construir los consensos necesarios para que se produzca la RECONCILIACION de todos los venezolanos y, por tanto, afirmamos nuestra disposición a trabajar por hacer posibles escenarios de dialogo y encuentro, más allá de la actual coyuntura electoral, para concretar iniciativas tendentes a darle viabilidad y contenido a tales propósitos e invitamos a todos los hombres y mujeres que habitan este país bendecido por Dios y, en particular a todo nuestro liderazgo político, sin ningún distingo, a hacer de esta iniciativa, parte de su personal aporte a la Venezuela que viene y que será el hogar que hemos de legar a las generaciones futuras. En Venezuela, a los xxx días de 2012.- Elaborado por: PEDRO CASTILLO, para la Dirección Nacional del MAS