EL REFERENDUM CONSTITUCIONAL ES EL PRIMERO DE MUCHOS TRIUNFOS DEMOCRATICOS

El Referéndum Constitucional fue él primero de muchos triunfos que ha de tener, en lo adelante la sociedad democrática. La pretensión de imponer un modelo político totalitario y fracasado se estrelló contra la voluntad democrática mayoritaria de los venezolanos. Más allá de la diferencia en votos, se trató de una colosal victoria contra el poder del estado autoritario, de la capacidad de amedrentar y de manipular a los ciudadanos que se ha ido cultivando de manera sistemática. Esta victoria, como las que vendrán, sólo fue posible por la existencia de una gran conjunción de fuerzas democráticas que va mucho más allá de los conceptos de oposición y oficialismo. Las fuerzas democrática que habitan en ambos sectores de la vida política nacional se conjugaron para impedir una reforma que aplastaba conquistas fundamentales que los venezolanos no quieren perder. Esta victoria, tiene como antecedentes dolorosos episodios de frustración y derrota que han sufrido las fuerzas democráticas, muchas de ellas derivadas de insuficiencias y errores que nos han llevado por el camino oscuro de pérdida de espacios políticos y de confrontaciones electorales. Afortunadamente, Los sectores mas recalcitrantes de la oposición siempre encontraron de frente a otros, de sólidas convicciones democráticas, decididos a insistir en las estrategias políticas y electorales y en esforzarse por construir nuevas mayorías, emparentadas por sus principios y convicciones y por su visión de la sociedad. En lo que tiene que ver con Vargas, algunos de estos antecedentes pueden ser descritos a la luz de nuestra conducta a raíz de los últimos resultados electorales, especialmente en la Declaración Política que emitiéramos en la sede regional del MAS, el día 05 de Diciembre de 2006. Nosotros, protagonistas, como muchos, de esos episodios, hoy podemos reconocernos en ellos a la luz de las siguientes actuaciones:

SEGUIREMOS DEFENDIENDO LAS COSAS TRASCENDENTES POR LAS QUE LUCHAMOS:
Inmediatamente después de las últimas elecciones presidenciales, cuando parte importante de la genéricamente llamada “oposición” se divide entre los que se encuentran, literalmente, aplastados por la derrota y los que, aún desde antes de la fecha electoral, gritaban “fraude”, ha surgido un sector que asume la responsabilidad de abrazarse a la ética y a la verdad, nosotros entre ellos. Es por eso que declaramos; Reiteramos lo que siempre hemos dicho, luchamos por cosas trascendentes; lo hacemos por ideales, por principios, por valores, por convicciones y por grandes propósitos que tienen que ver con la libertad y con el progreso de este país, de este estado y de quienes aquí vivimos. Eso, por lo que luchamos, es nuestra vida misma: lo que somos y lo que queremos ser. Eso no se negocia, no se entrega, no se abandona, a menos que se quiera entregar con ello el alma y la vida. No vamos a traicionarnos a nosotros mismos. Seguiremos luchando en la calle y en todos los espacios en los que sea necesario, por aquello en lo que creemos profunda y definitivamente: LA DEMOCRACIA.”

Más adelante, en la misma declaración, señalamos:

“LA VERDAD, LA ETICA Y LOS RESULTADOS ELECTORALES:
Para nosotros, el ejercicio de la política es un acto de enorme contenido ético, que impone respeto a la verdad y apego a las reglas de juego de la democracia y a la voluntad popular. Más allá de nuestro particular parecer sobre la existencia de intolerables actos de ventajismo, violencia, abuso de poder y el uso de detestables estrategias para insuflar miedo a la población e inducir el voto por temor, hemos perdido elecciones de manera clara e inobjetable y cumpliendo con nuestra obligación de demócratas así lo hemos reconocido.

No hemos sucumbido a la presión del inmediatismo fundamentalista que, como siempre, pedía desconocer los resultados y cantar fraude. Serenamente asumimos los hechos tal cual son. No nos habría temblado el pulso para llamar a los venezolanos a la calle si nuestro triunfo hubiera sido verdadero, pero no lo es. Mentir sería una traición a la confianza del pueblo opositor, con el que tenemos un compromiso profundo de verdad y transparencia. Asumimos que los que nos toca es seguir luchando porque no se imponga a rajatabla un proyecto político totalitario. Fuimos minoría y lo asumimos dedicándonos a construir la nueva mayoría, estamos en eso y VAMOS A LOGRARLO para bien de Venezuela y, del mismo modo, los demócratas de Vargas seguiremos defendiendo nuestro derecho a un gobierno decente y eficiente que nos saque del abandono en que vivimos, que aproveche las grandes potencialidades de nuestro estado y las convierta en palancas para alcanzar el bienestar colectivo y nos devuelva los activos que nos pertenecen y permanecen confiscados por un poder central glotón y centralizador.” Este sigue siendo nuestro reto.


LOS RECLAMOS MÁS SENTIDOS DEL PUEBLO TIENEN QUE SER NUESTRAS BANDERAS DE LUCHA:
“El pueblo exige que la oposición Democrática no solo se ocupe del tema electoral pide que le preste atención a la inseguridad que nos mata todos los días, a la corrupción desatada que confisca y despilfarra el futuro de los venezolanos, a la demanda de eficiencia en la gestión pública, sobre todo en materias tan sensibles como la construcción de viviendas, la seguridad social y la reconstrucción de Vargas”

“EL LIDERAZGO, LAS ORGANIZACIONES POLITICAS Y SOCIALES Y LOS CIUDADANOS DEBEMOS EJERCER A FONDO NUESTRO PAPEL DE OPOSICIÓN DEMOCRATICA:
Por nuestra parte, anunciamos nuestra disposición inquebrantable de seguir trabajando juntos. En esa dirección, proponemos la creación de una Plataforma Democrática de Vargas que agrupe organizaciones políticas y sociales, así como individualidades interesadas en luchar por la defensa de la democracia y la conquista de un destino mejor para los guaireños. Contamos con el aval de una oposición comprometida con la estrategia democrática, con una propuesta alternativa a lo que representa este gobierno y contamos también con casi la mitad de los venezolanos que, a pesar de todas las presiones y temores, salió a votar por la democracia y saldrá de nuevo a luchar por que ella no se pierda, pero ahora lo hará organizada y coherentemente.”